Realidades cuánticas

Realidades cuánticas

flor de la vida

Hoy es tu cumpleaños Iván. Que vacío tan grande has dejado en los corazones de los que te queríamos, pero sé que no has desaparecido. Siempre permanecerás en cada uno de nosotros.

 

Realidades cuánticas

 

Caminando en una nube de electrones,

inmersa en una realidad que no captan mis ojos,

viendo lo que mi humana mente procesa,

que no es más que una ilusión de color y forma.

 

Soy una unidad de carbono sobre la tierra,

alimentándome de vida y muerte para sobrevivir,

sintiendo distancia energética entre mis iguales,

soñando ventanas abiertas a la libertad.

 

Las cadenas que me oprimen son invisibles,

lazos sangrientos regalados al nacer,

cárcel de huesos que me detiene,

cuando mi mente vuela y no quiere volver.

 

La bóveda celeste me reclama,

con el hipnótico brillo de sus estrellas,

me recuerdan que un día,

fui y seré parte de ellas.

Te marchas dejándome un vacío en el alma

Te marchas dejándome un vacío en el alma

ocaso

Por el año 1998, escribía este poema.

 

Te marchas dejándome un vacío en el alma

 

 

Te marchas dejándome un vacío en el alma,

llenas de frío mis sentidos,

sin una palabra cálida de tu boca,

que caldee mi cuerpo hasta tu regreso.

 

Mis ojos se confunden

y mi cerebro piensa:

¿Cómo estando en primavera

veo invierno?

 

Mi tesoro más sagrado,

el cajón de los recuerdos,

se pregunta, ¿Por qué

si el olvido lo ha cerrado,

con candado de oro y hierro,

con tu espada lo destruyes,

abriéndolo de nuevo?

 

Ya te marchas y me olvidas,

yo me quedo y te recuerdo.

Desesperanza

Desesperanza

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Hoy os traigo tres poemas, escritos en 1999. Me marcaba una gran desesperanza, una pena inmensa… Escribir poemas, era mi terapia particular, una vía de escape, un lienzo donde plasmar el azul infinito de mi tristeza. (edito: si leéis los poemas en formato móvil, este formato no respeta la longitud de los versos ni la división de las estrofas, he intentado varios cambios, pero con el mismo resultado. Esto no pasa en ordenador o tablet).

Dios si existes, susúrrame con tu suave voz,

que mi esperanza no desvanezca,

miénteme y dime que hay cielo,

entre miles y miles de estrellas.

Contéstame a las preguntas del destino,

háblame de mi existencia,

si de barro me has creado…

¿por qué no haces un fuego y me quemas?

Móntame en un caballo alado,

enséñame otros planetas,

llévame contigo,

pues aquí, ya nada me inquieta.

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Dios que crees que todo lo sabes,

¿por qué condenas tus lienzos?

lienzos, supuestos espejos de tu alma,

dime, (pues no eres tan puro como crees),

¿por qué alabamos lo que no quieres que seamos?

Tú dios, no eres excepción de naturaleza perfecta,

tú dios, no inventes diablo, el diablo también yace en tu interior,

tú que escuchas, no ayudas y condenas.

Dime creador, ¿de qué estoy hecha?

acaso de odio, acaso de pena,

la luz blanca de mi inocencia se disipa,

se convierte en negra.

Tu hermana la vida,

nos lanza al río tantas veces…

al principio se nada

luego, la esperanza cesa.

Dime dios, ¿qué esperas?

que sea buena y sumisa…

no sé como esperas que lo sea,

pues la vida nos lanza al río,

y tú te pones la venda,

¿o a caso miras mi muerte?

¿o a caso mi torpe existencia?

que a lo largo de los tiempos,

solo soy y seré un suspiro,

que se pierde y se dispersa.

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La seda que me envuelve,

está rasgada y sangrada,

oculta un alma diferente,

la cual, no pueden definir las palabras.

Mi aura se está apagando,

la pena… me está cegando,

mi sangre se decolora,

mi claridad, se convierte en sombra.

¡Dios escúchame!

¿de verdad pertenezco

a este mundo de vivos?

yo pienso distinto…

miro, siento, huelo,

admiro, reprimo, agonizo y muero.

Mi alma, la está segando el destino,

¡dios! ¿seguro que pertenezco

al mundo de los vivos?

Yo aquí no siento,

en el mundo, no me integro.

La indiferencia aquí me mantiene,

-¿es cierta esa indiferencia?

a veces piensa mi calma- ,

que solo quiero ponerme la venda.

Muerte, ¿me llamas?

no puedo ir contigo,

cuando intenté cruzar tu puerta,

me quedé en el camino.

La Tesis

La Tesis

gnoma

Este relato corto es en realidad la antesala de una novela que estoy escribiendo. Este relato se publicó en 2012 en papel, gracias a la web Retales literarios, que concedió a La Tesis el primer premio en la categoría de relato corto. Me encantaría que me comentaseis que creéis que le sucede realmente al protagonista…

LA TESIS

Juan escribe su tesis universitaria, y Sara, escucha con interés la temática de la tesis: la humanidad proviene de una civilización alienígena.

-Juan, dime ¿de qué va tu tesis?

-Sara, ¡¿pretendes que te lo cuente aquí?! Vamos a descargarnos de la red neural de Macro net de la facultad a nuestros cuerpos físicos. Aquí nunca se sabe. Aunque usemos una frecuencia privada cualquier habilidoso hacker puede espiarla y Marta lleva tiempo detrás de mi tesis para joderme el tema…

Mejor vamos a un lugar más privado. ¿Qué te parece la esfera de descanso de mi residencia? Ahí nadie va a molestarnos.

-Me parece bien Juan.

 

Una vez allí, se acomodaron y Juan empezó a contarle a Sara algunas ideas que tenía para su tesis.

 

-Mi tesis habla de nuestro origen. De cómo los Sagoriam llevaron a cabo su proyecto: “La vida en la tierra” Como todo el mundo sabe, los Sagoriam en su planeta casi idéntico al nuestro, querían visualizar sus orígenes y su propia evolución imitando todo el proceso en nuestro planeta.

Ellos pretendían que avanzáramos más rápido, así que entre otras cosas, introdujeron conceptos de física en la religión. El concepto de Dios, Jesucristo y el espíritu santo es en realidad la descripción de los estados de la materia. Dios es el estado líquido, ya que cómo decían en la biblia estamos hechos a su imagen y semejanza.  ¿De qué nos componemos principalmente? de agua, que además nutre y da vida a todas las plantas y animales de la tierra. El espíritu santo es el estado gaseoso, ya que se representa como algo invisible y etéreo. Por último tenemos a Jesucristo, que representa el estado sólido. El hijo de Dios que viene a salvarnos está hecho de carne.

-Pero Juan, ¿Jesucristo llegó a existir realmente?

-En realidad, no era un ser humano. La imagen de Jesús se copió literalmente de otras leyendas y religiones más antiguas para que fuera creíble, por ejemplo la egipcia. Si te fijas en la historia de Jesús, es parecida a la historia de Horus. También tiene muchas similitudes con Krishna, (India), Dionisos (Grecia), Mitra (Persia) y podría seguir poniéndote ejemplos, pero no quiero aburrirte. El caso es que los Sagoriam mandaron una proyección de uno de sus científicos,  para enseñar ética y filosofía a los humanos.

-Juan, cuéntame algún detalle extraño o curioso.

-Algo curioso eran unos bio-robots que se encargaban de recoger muestras de sangre para los Sagoriam. Los culícidos, vulgarmente conocidos como mosquitos, fueron introducidos en la tierra cómo un organismo “natural”.

Ahora entendemos muy bien esa tecnología, somos capaces de crear vida híbrida capaz de reproducirse, programada para hacer lo que sus datos especifiquen. Las muestras de sangre de animales y humanos se  mandaban en datos cifrados en un tiempo récord a la base que poseían los Sagoriam en el interior de nuestro planeta. Lo conseguían con unas microondas de un espectro que no fue conocido hasta el siglo XXIII. Cuando eso pasó, los humanos de esa época empezaron a leer esa información y no tenían demasiado claro de dónde procedía.

 

Un hombre de mediana edad se acercó con cautela a Juan y a Sara. Vestía una bata de color blanco. Su expresión facial reflejaba serenidad. Se dirigió hacia Sara con un gesto de asentimiento.

 

Sara le dijo a Juan:

-Perdona Juan, tengo que marcharme. Espero con impaciencia que tu Tesis esté acabada para poder leerla.

-Sara, te prometo que si tengo tiempo te contaré más cosas.

 

Sara salió de la habitación siguiendo los pasos del hombre de la bata blanca.

Entraron en un despacho luminoso. Lo presidía un gran escritorio de madera, con una silla giratoria de cuero coloreado en negro, y al otro lado, dos confortables butacas acolchadas de color gris oscuro. En la pared de atrás enmarcados y colocados con una perfecta  simetría, descansaban dos títulos universitarios.

 

-Señorita, siéntese si es tan amable.

-Gracias doctor Martínez. Dígame con sinceridad. ¿Cómo ha visto a mi hermano en estos días? ¿Ha notado algún progreso? ¿Cree usted que volverá a reconocerme?

 

La ansiedad en la voz de Sara y los ojos de tristeza no hicieron esperar la respuesta del doctor Martínez.

 

-Su hermano padece de una esquizofrenia paranoide muy aguda. Estamos probando un nuevo método. Al no ser un peligro para él mismo, los demás internos o el equipo del hospital,  no es estrictamente necesario que esté medicado. Aunque más adelante será puesto en tratamiento. El método que seguimos es dejar que exprese por escrito todo lo que él quiera. En su delirio,  él cree que vive en otra época y escribe una tesina sobre el origen de la humanidad. Le estamos permitiendo que la escriba para después leer con detenimiento el contenido y analizarla con nuestro equipo de psiquiatría. Quizás encontremos alguna clave que sirva para su posterior tratamiento.

Siento comunicarle que difícilmente la va a reconocer en los próximos meses. No obstante, creemos que es probable una mejoría de aquí a un año, aunque no podemos asegurárselo. La mente humana es muy compleja.

-Gracias doctor.

 

Sara salió del despacho cabizbaja. Encauzaba sus pasos a la habitación de su hermano. Ella sabía que no tenía que forzar a su hermano para que la recordase, ya que no iba a servir de nada. Tenía que ser lo que su hermano proyectase en ella, en este caso, su compañera de facultad.

Entró en la habitación y él no se giró. Sentado en una pequeña mesa escribía en su portátil. El sonido de las teclas inundaba la estancia y martilleaba la cabeza de Sara, que en un arrebato de impotencia susurró las siguientes palabras:

 

-Mamá y yo te añoramos muchísimo y te queremos.

 

Juan paró de repente de escribir. Se hizo un silencio. Y después de unos segundos continuó como si en la habitación no hubiese nadie. Sara salió con lágrimas en los ojos y cerró la puerta. Una vez en los jardines del hospital, miró hacia la ventana de la habitación de su hermano. Se secó las lágrimas y con amarga resignación continuó caminando.

 

 

Amor, la muerte más dulce es morir por tus labios envenenada

Amor, la muerte más dulce es morir por tus labios envenenada

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Este poema es de 2002. El lenguaje que uso es bastante oscuro… y refleja muy bien cómo me sentía en ese momento. Me obsesioné de un chico de ojos gatunos, lo pasé bastante mal durante algunos años. No me daba cuenta de que en realidad, no era amor no correspondido, era ausencia de autoestima y otros vacíos emocionales que volcaba en esta insana obsesión. La fotografía es de esa época.

 

Amor, la muerte más dulce es,

Morir por tus labios envenenada,

O atravesada súbitamente,

Por tus mortíferas palabras.

 

Tu rostro de frío hielo,

Hiela de pasión mis palabras,

Y en mi lecho de rosas, espinoso,

Me posees y me desgarras.

 

Haces derramar mi sangre,

Sobre una alfombra púrpura

Y grana, lenta y depravadamente,

Observas sobre mi cuerpo,

Etéreos ríos escarlata.

Anestesia para el Alma

Anestesia para el Alma

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Humo que duermes mis sueños,

Apagando la ansiedad de vivir,

Elíxir prohibido de sabor intenso,

Nos tenemos que despedir.

 

Cuantas noches de bohemia,

Contigo entre mis labios,

Cuantas horas de anestesia,

Contigo me ahorré mil llantos.

 

Las risas ensordecedoras,

Puzzle verbal a  deshoras,

“Danse macabre” de mis neuronas.

 

Te amé en secreto y a voces,

Me has inspirado y transportado,

Déjame, que sin probarte te adore.