Sombra.2

Sombra.2

No pasó. Sombra desapareció finalmente de esta realidad. ¿Acaso se quemó realmente en el centro de la tierra? Ni sucedió ni pasó a este plano. Quedó morando para siempre en el universo de posibilidades. Yo creí en Sombra. Todas las pitonisas varias a las que acudí mencionaron en sus cartas a Sombra. Mi mente no quiso reconocer esas palabras como palabras vacías, adaptadas a la fuerza para dar vida a esta historia. Un puzle de cuadrados sometidos a rombos esquizoides. Una fantasía para aferrar al mundo a un alma que camina siempre por una cuerda. Una cuerda sujeta a una incertidumbre dual, soportable o insoportable según el día y la hora de la semana.

Algo [interpretando «algo» como una sustancia aristotélica] sí fue real en Sombra. Unos ojos mirando hacia una ventana. Un poema naciendo en una hoja en blanco. Un cerebro jugando a la probabilidad. Un corazón que no entiende que la imaginación lo engaña constantemente. Un escudo creado en algún momento de la infancia para evitar una pérdida más. Si Sombra no es real, no se le puede reprochar nada. Así, quedará siempre inmaculado. Ya no será Sombra, será Luz. Una Luz tan fuerte que no me permite ver la realidad. Una estrella cegadora. Una energía ilimitada.

SOMBRA

SOMBRA

Hace 20 años tuve un sueño. Fue la primera vez que vi a Sombra. En el sueño aparecía un camino de tierra al pie de una montaña. Personas ajetreadas caminaban de aquí para allá. Observaba yo el mar de gente, sin emoción alguna, solo con la sencilla curiosidad del observador que no toma acción ni se relaciona con nadie. Después de observar, por algún motivo que no recuerdo -en un sueño la coherencia suele brillar por su ausencia- me dirigí a un coche, abrí la puerta de atrás y me senté en el asiento. El coche se puso en marcha y comenzó a subir por una pendiente. Cuando me giré comprobé que no estaba sola. Había efectivamente, alguien. Tenía el cuerpo delgado, calculé que podría medir casi dos metros de alto. Era Sombra. 

Hace un año conocí a Sombra. ¿Quién lo habría adivinado? Sombra no tenía una forma de ser concreta, yo le insuflé toda una serie de características. Unas proyecciones distorsionadas de mí misma, deformes como en los espejos de las ferias, con un aire más macabro aún. Algunas características eran las siguientes: super inteligencia, con un rasgo subyacente de manipulación. Pasado atormentado, con consecuencias nefastas para Sombra, que no podría jamás amar a nadie de forma sincera. Un magnetismo para el sexo opuesto propio del mismísimo diablo. Una seducción tan delirante que solo podía ser extremadamente tóxica. Un comportamiento frío, de desapego extremo, en el que su víctima -¿o su verdugo?- se sentiría tremendamente abandonada. ¿Di a Sombra algún ápice de humanidad? Realmente no. Sombra siempre estaba bajo sospecha. Había sido creado para sentir un dolor y un vacío tan enormes que jamás los llenaría nada ni nadie. Jamás.

Ayer soñé con sombra. Me robaba una gran cantidad de dinero y desaparecía. Era curioso que Sombra estando en el plano de la 3ª dimensión se duplicase en la primera. ¿Dos Sombras en el mismo plano temporal? Mi intuición me decía que se avecinaban cambios. La realidad estaba fracturada. Esa ruptura era una brecha de NADA insostenible.

Hoy he hablado con Sombra. Le he contado mi sueño. Sombra se ha revelado. No quiere ser Sombra, quiere ser humano. Me ha dicho que deje de insuflarle una personalidad que yo me he inventado. Que él se llama Adán y es una persona normal. No tiene ninguna de las características que le he dado. No tiene tendencia a la manipulación. No es un seductor fatal. Su pasado, no es la historia que yo inventé retorcidamente chirriante. Su inteligencia es la de cualquiera. Ha tardado mucho en revelarse, pero ya no aguantaba más esta farsa que yo había creado. Sombra ha salido de Adán. Sombra se ha ido al centro de la tierra. Sombra se quema en el núcleo, se funde con los metales líquidos y calientes. Sé que esperaría unas palabras de mi parte y aquí van: Gracias, lo siento, buen viaje.
La Tesis

La Tesis

gnoma

Este relato corto es en realidad la antesala de una novela que estoy escribiendo. Este relato se publicó en 2012 en papel, gracias a la web Retales literarios, que concedió a La Tesis el primer premio en la categoría de relato corto. Me encantaría que me comentaseis que creéis que le sucede realmente al protagonista…

LA TESIS

Juan escribe su tesis universitaria, y Sara, escucha con interés la temática de la tesis: la humanidad proviene de una civilización alienígena.

-Juan, dime ¿de qué va tu tesis?

-Sara, ¡¿pretendes que te lo cuente aquí?! Vamos a descargarnos de la red neural de Macro net de la facultad a nuestros cuerpos físicos. Aquí nunca se sabe. Aunque usemos una frecuencia privada cualquier habilidoso hacker puede espiarla y Marta lleva tiempo detrás de mi tesis para joderme el tema…

Mejor vamos a un lugar más privado. ¿Qué te parece la esfera de descanso de mi residencia? Ahí nadie va a molestarnos.

-Me parece bien Juan.

 

Una vez allí, se acomodaron y Juan empezó a contarle a Sara algunas ideas que tenía para su tesis.

 

-Mi tesis habla de nuestro origen. De cómo los Sagoriam llevaron a cabo su proyecto: “La vida en la tierra” Como todo el mundo sabe, los Sagoriam en su planeta casi idéntico al nuestro, querían visualizar sus orígenes y su propia evolución imitando todo el proceso en nuestro planeta.

Ellos pretendían que avanzáramos más rápido, así que entre otras cosas, introdujeron conceptos de física en la religión. El concepto de Dios, Jesucristo y el espíritu santo es en realidad la descripción de los estados de la materia. Dios es el estado líquido, ya que cómo decían en la biblia estamos hechos a su imagen y semejanza.  ¿De qué nos componemos principalmente? de agua, que además nutre y da vida a todas las plantas y animales de la tierra. El espíritu santo es el estado gaseoso, ya que se representa como algo invisible y etéreo. Por último tenemos a Jesucristo, que representa el estado sólido. El hijo de Dios que viene a salvarnos está hecho de carne.

-Pero Juan, ¿Jesucristo llegó a existir realmente?

-En realidad, no era un ser humano. La imagen de Jesús se copió literalmente de otras leyendas y religiones más antiguas para que fuera creíble, por ejemplo la egipcia. Si te fijas en la historia de Jesús, es parecida a la historia de Horus. También tiene muchas similitudes con Krishna, (India), Dionisos (Grecia), Mitra (Persia) y podría seguir poniéndote ejemplos, pero no quiero aburrirte. El caso es que los Sagoriam mandaron una proyección de uno de sus científicos,  para enseñar ética y filosofía a los humanos.

-Juan, cuéntame algún detalle extraño o curioso.

-Algo curioso eran unos bio-robots que se encargaban de recoger muestras de sangre para los Sagoriam. Los culícidos, vulgarmente conocidos como mosquitos, fueron introducidos en la tierra cómo un organismo “natural”.

Ahora entendemos muy bien esa tecnología, somos capaces de crear vida híbrida capaz de reproducirse, programada para hacer lo que sus datos especifiquen. Las muestras de sangre de animales y humanos se  mandaban en datos cifrados en un tiempo récord a la base que poseían los Sagoriam en el interior de nuestro planeta. Lo conseguían con unas microondas de un espectro que no fue conocido hasta el siglo XXIII. Cuando eso pasó, los humanos de esa época empezaron a leer esa información y no tenían demasiado claro de dónde procedía.

 

Un hombre de mediana edad se acercó con cautela a Juan y a Sara. Vestía una bata de color blanco. Su expresión facial reflejaba serenidad. Se dirigió hacia Sara con un gesto de asentimiento.

 

Sara le dijo a Juan:

-Perdona Juan, tengo que marcharme. Espero con impaciencia que tu Tesis esté acabada para poder leerla.

-Sara, te prometo que si tengo tiempo te contaré más cosas.

 

Sara salió de la habitación siguiendo los pasos del hombre de la bata blanca.

Entraron en un despacho luminoso. Lo presidía un gran escritorio de madera, con una silla giratoria de cuero coloreado en negro, y al otro lado, dos confortables butacas acolchadas de color gris oscuro. En la pared de atrás enmarcados y colocados con una perfecta  simetría, descansaban dos títulos universitarios.

 

-Señorita, siéntese si es tan amable.

-Gracias doctor Martínez. Dígame con sinceridad. ¿Cómo ha visto a mi hermano en estos días? ¿Ha notado algún progreso? ¿Cree usted que volverá a reconocerme?

 

La ansiedad en la voz de Sara y los ojos de tristeza no hicieron esperar la respuesta del doctor Martínez.

 

-Su hermano padece de una esquizofrenia paranoide muy aguda. Estamos probando un nuevo método. Al no ser un peligro para él mismo, los demás internos o el equipo del hospital,  no es estrictamente necesario que esté medicado. Aunque más adelante será puesto en tratamiento. El método que seguimos es dejar que exprese por escrito todo lo que él quiera. En su delirio,  él cree que vive en otra época y escribe una tesina sobre el origen de la humanidad. Le estamos permitiendo que la escriba para después leer con detenimiento el contenido y analizarla con nuestro equipo de psiquiatría. Quizás encontremos alguna clave que sirva para su posterior tratamiento.

Siento comunicarle que difícilmente la va a reconocer en los próximos meses. No obstante, creemos que es probable una mejoría de aquí a un año, aunque no podemos asegurárselo. La mente humana es muy compleja.

-Gracias doctor.

 

Sara salió del despacho cabizbaja. Encauzaba sus pasos a la habitación de su hermano. Ella sabía que no tenía que forzar a su hermano para que la recordase, ya que no iba a servir de nada. Tenía que ser lo que su hermano proyectase en ella, en este caso, su compañera de facultad.

Entró en la habitación y él no se giró. Sentado en una pequeña mesa escribía en su portátil. El sonido de las teclas inundaba la estancia y martilleaba la cabeza de Sara, que en un arrebato de impotencia susurró las siguientes palabras:

 

-Mamá y yo te añoramos muchísimo y te queremos.

 

Juan paró de repente de escribir. Se hizo un silencio. Y después de unos segundos continuó como si en la habitación no hubiese nadie. Sara salió con lágrimas en los ojos y cerró la puerta. Una vez en los jardines del hospital, miró hacia la ventana de la habitación de su hermano. Se secó las lágrimas y con amarga resignación continuó caminando.

 

 

DÍA 15 (Computer eyes, Stream of Passion/Ayreon)

DÍA 15 (Computer eyes, Stream of Passion/Ayreon)

computereyes

Antes de comenzar el relato, he de aclaraos que tiene instrucciones de uso. Lo que está entre paréntesis es el nombre de una canción y el grupo al que pertenece. Primero leed el relato, después buscad la canción en Youtube.com por ejemplo, y escuchad el tema. Con esto pretendo complementar y enriquecer el relato. Al igual que las películas tienen banda sonora, yo he decidido poner música a mis relatos breves. De hecho, muchos no habrían nacido si la canción que les acompaña no hubiera existido. ¡Espero que os guste!

 

Día 15

Me encontré en un entorno irreal. El firmamento era de color amarillo claro. El aire olía a dulce y entraba por los pulmones de forma pesada. Un lago verdoso albergaba unos seres acuáticos luminiscentes. No recordaba nada.

Una voz metálica me habló de repente:

¿Sabes por qué estás aquí? Sorprendida negué con la cabeza y antes de pronunciar el “no” me respondió: Hay que repararte. Tu sistema ha fallado.

No entendía nada, estaba absolutamente desconcertada. Miré mis manos que empezaban a difuminarse con el entorno. La angustia me recorría y grite: ¿Por qué estoy desapareciendo? La voz me respondió: Para salvarte tienes que recordar. Estas en fase de pruebas, pero si no recuerdas, morirás. Comencé a llorar. Estaba literalmente desintegrándome. Una puerta apareció frente a mí. La observe un rato. Era una puerta blanca con un pomo dorado, decidí entrar. Traspasé el umbral y esta mutó para convertirse en una ventana. A través del cristal vi una habitación de hospital. Una cama situada en el centro tapaba el cuerpo de una persona. Oí unos pitidos que correspondían al latido de un corazón. ¿Seré yo?, ¿Estoy en coma?, ¿Voy a morir?, ¿Dónde está mi familia?

Mis pensamientos fueron contestados por la voz metálica: ¿A caso recuerdas a tu familia? Abrí los ojos con fuerza, un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¡No! Grité. No recuerdo nada…

Tu tiempo se está agotando. Vas a morir. ¡Pero yo no quiero morir! Lo siento.

-Por favor espere… borrando sistema. Sistema borrado.

Un científico miraba la pantalla de un ordenador. Tenía el ceño fruncido y agarraba el ratón fuertemente. Sacó una grabadora que portaba en el bolsillo y comenzó a grabar su voz:

Día 15. El programa Eva ha vuelto a fracasar. Tras varios intentos con distintos códigos no se ha conseguido el objetivo. Eva tiene conciencia de sí mismo, pero no como programa, sino como humana.

 

Relato corto publicado en Redes

Relato corto publicado en Redes

física cuántica

Hace unos años, se me ocurrió mandar un relato a la revista Redes, y fue seleccionado y publicado. No os podéis hacer una idea de lo feliz que me hizo. Aquí os dejo el relato en cuestión a ver que os parece. Ah por cierto! para interpretarlo tirad de teorías de física que los tiros van por ahí.

POSIBILIDADES CUÁNTICAS

Sabía que hoy moriría. Caminando por la calle con la música de fondo resbalando por los auriculares hasta mis oídos, mi mente creó una imagen. Esa imagen era la de un desconocido que, sin razón aparente, apretaba el gatillo de una pistola, y esa pistola escupía una bala que se alojaba en mi cerebro abriéndose paso a través de mi sien. Sentí que ocurriría pronto y, al mirar al suelo, vislumbré dos caminos que se bifurcaban a modo de pavimento decorativo del parque por el que estaba pasando. Decidí que mis pasos continuasen en medio del dibujo rompiendo las dos posibles elecciones que me llevaban a elegir cualquiera de los dos caminos. Apreté los dientes y me concentré en la música para intentar que la idea de alguien disparándome se disipara de mi mente. Como creadora, podría hacer que ocurriese cualquier cosa que imaginase. En unos pocos minutos pasaron miles de posibilidades. En cada una ocurría una cosa distinta de la anterior. La posibilidad de mí que ahora escribe, eligió que el pensamiento fabricado no era más que un ruido furtivo que enturbió mis pensamientos en ese instante. Pero en diversas realidades creadas por mi mente, lo que imaginé, sucedió.